¿Qué es el test para el cuidado de la piel?
El test para el cuidado de la piel es una prueba genética que permite conocer la predisposición individual a diversos factores que afectan la salud y el envejecimiento cutáneo. A través del análisis de más de 7.000 marcadores genéticos y 39 genes implicados, este estudio proporciona una visión personalizada sobre el estado actual y futuro de la piel.
Gracias a esta información, es posible planificar tratamientos dermatológicos y cosméticos más eficaces, adaptados a las necesidades específicas de cada persona.
¿Para quién está indicado?
Este test está especialmente indicado para:
Personas que deseen prevenir o ralentizar el envejecimiento prematuro de la piel.
Aquellos que buscan iniciar tratamientos cosméticos o dermatológicos personalizados.
Personas interesadas en mejorar la salud general de su piel mediante estrategias basadas en su perfil genético.
¿En qué consiste?
La prueba se realiza mediante una muestra de sangre, que será analizada para estudiar variantes genéticas relacionadas con:
Sensibilidad dérmica.
Capacidad antioxidante.
Protección frente a la polución y la glicación.
Predisposición al acné, psoriasis, celulitis, varices y pecas.
Respuesta frente a la exposición solar: facilidad de bronceado, manchas solares, fotoenvejecimiento.
Deficiencias genéticas relacionadas con vitaminas (B9, B12, C, D, E) y ácidos grasos omega 3 y omega 6.
Con esta información, se obtiene un perfil cutáneo completo que permite optimizar tratamientos estéticos, nutricionales o médicos.
Preparación para el test para el cuidado de la piel
La prueba no requiere preparación previa ni ayuno. Únicamente será necesario:
Rellenar un formulario.
Firmar el consentimiento informado.
¿Qué se siente durante la prueba?
La toma de muestra consiste en una extracción de sangre convencional. El procedimiento es rápido y puede ocasionar una leve molestia en el momento del pinchazo, similar a cualquier análisis clínico habitual.
Interpretación de resultados
Los resultados ofrecen una interpretación detallada de las variantes genéticas analizadas y su relación con distintos aspectos de la salud cutánea.
El informe incluye:
Información genética sobre las áreas evaluadas.
Riesgo relativo de presentar determinadas condiciones cutáneas.
Recomendaciones personalizadas sobre hábitos, productos y tratamientos adaptados al perfil genético.
