¿Qué es el test de ETS básico?
El test de detección de enfermedades de transmisión sexual básico es una prueba diagnóstica que permite detectar 11 tipos de microorganismos infecciosos causantes de ITS, como el virus del herpes simple, clamidia, gonococo, micoplasmas urogenitales, sífilis, trichomonas vaginalis o haemophilus ducreyi.
Utiliza métodos moleculares como la hibridación inversa y la PCR múltiple, ofreciendo mayor fiabilidad que otros métodos convencionales.
¿Por qué se realiza?
Se realiza para diagnosticar infecciones de transmisión sexual que a menudo son difíciles de detectar mediante métodos tradicionales.
Está especialmente indicado en personas jóvenes sin pareja estable, o en clínicas de fertilidad que deseen descartar posibles infecciones en alguno de los miembros de la pareja para prevenir complicaciones reproductivas.
¿En qué consiste?
El test se realiza a partir de una muestra biológica que puede ser de semen u orina, aunque también puede obtenerse mediante muestras uretrales, vaginales, anales, endocervicales o faríngeas.
La muestra se analiza en laboratorio con técnicas moleculares avanzadas para detectar la presencia de agentes patógenos.
Preparación previa
No es necesario seguir ninguna preparación específica antes de realizar la prueba.
¿Qué se siente durante la prueba?
Durante la recolección de la muestra, el paciente puede sentir una ligera molestia, especialmente si se utiliza un hisopo para la toma uretral, vaginal o faríngea.
En el caso de muestras de orina o semen, no suele producirse ninguna incomodidad.
Interpretación de resultados
Los resultados, disponibles en siete días hábiles, indicarán la presencia o ausencia de alguno de los 11 patógenos estudiados.
Un resultado positivo permitirá iniciar el tratamiento adecuado lo antes posible para evitar complicaciones o la transmisión a otras personas.